El calzado es una parte esencial de nuestro vestuario, pero también de nuestra salud. El tipo de zapato que usamos puede influir en el bienestar de nuestros pies, tobillos, rodillas y espalda. Por eso, es importante saber cómo elegir el mejor calzado para nuestra salud podal. ¿Te habías planteado esto alguna vez? Sigue leyendo este artículo que te vamos a contar detalles muy interesantes desde el servicio de podología de Clínica Condado, nuestra clínica en O Porriño.
¿Qué factores influyen en la elección del calzado?
A la hora de elegir un zapato, no solo debemos fijarnos en el diseño, el color o la moda. También debemos considerar otros factores que pueden afectar a nuestra salud podal, como:
- El tamaño y la forma del pie
Cada persona tiene un pie diferente, con un ancho, un largo y una forma únicos. Por eso, es importante que el zapato se adapte bien al pie, sin apretarlo ni dejarlo suelto. Lo ideal es que haya un espacio de unos 0,5 cm entre el dedo más largo y la punta del zapato, y que el ancho del zapato coincida con el del pie.
No es lo mismo usar un zapato para caminar, para correr, para trabajar o para ir a una fiesta. Cada actividad requiere un tipo de zapato diferente, que se ajuste a las necesidades y exigencias del pie. Por ejemplo, si vamos a caminar mucho, necesitamos un zapato cómodo, flexible y con buena amortiguación. ¿Buscas calzado para correr? Entonces elige modelos ligeros, transpirables y con buena sujeción.
El suelo sobre el que pisamos también influye en la elección del zapato. No es lo mismo caminar sobre una superficie lisa y dura, como el asfalto o el cemento, que sobre una superficie irregular y blanda, como la arena o la hierba. El zapato debe adaptarse al tipo de suelo para evitar resbalones, torceduras o lesiones.
¿Qué características debe tener el calzado ideal para la salud podal?
Desde nuestro servicio de podología en O Porriño en Clínica Condado pensamos que el calzado ideal para la salud podal es aquel que cumple con los siguientes requisitos:
- Tener una horma adecuada al pie: debe ser similar a la del pie, sin ser demasiado estrecha ni demasiado ancha, además de permitir el movimiento natural de los dedos y evitar las rozaduras o las deformidades.
- Contar con una altura adecuada del tacón, que debería ser lo más bajo posible, preferiblemente entre 1 y 3 cm.
- Tener una suela adecuada al tipo de actividad y de suelo: debe ser flexible, resistente y antideslizante. También adaptarse al tipo de actividad y de suelo para proporcionar una buena amortiguación, tracción y estabilidad.
- Está fabricado con un material adecuado al clima y al tipo de piel: aconsejamos que sea transpirable, hipoalergénico y fácil de limpiar.
Te esperamos en nuestra clínica de podología en O Porriño
Ahora que ya has confirmado que el calzado es un elemento clave para nuestra salud podal y que un zapato inadecuado puede causarnos molestias, dolores o lesiones, ¡seguro que le das mucho más valor a la elección! Recuerda que, como expertos en la salud de los pies, los podólogos de Clínica Condado en O Porriño te pueden ayudar en este tema.